ERP son las siglas de Enterprise Resource Planning que en español se establece como Planificación de Recursos Empresariales. Pero por ERP se entienden generalmente los sistemas de información que cumplen con la tarea de soportar todos los flujos de información de una compañía. Desde aspectos productivos (control de materias primas, costos de producción, inventario de producto terminado), pasando por aspectos administrativos (logística de transporte, facturación, cuentas por cobrar, pagar, etc.), cuestiones financieras (bancos, flujo de efectivo, estados financieros, etc.) e inclusive atención y seguimiento al cliente (aunque esto forma parte más de un sistema CRM – Client Resource Management).
En el caso específico de Nicaragua puede decirse que los ERP’s son una utopía para las PYMES, y en muy escasas ocasiones las grandes empresas adquieren uno. La tendencia es adquirir ERP’s de empresas locales de software o del área centroamericana y en algunas veces desarrollan aplicaciones en casa. Cabe mencionar que muy pocas de estas aplicaciones locales (compradas y desarrolladas en casa) cumplen con todos los estándares establecidos para poder hablar de un buen ERP. Faltos de escalabilidad, homogeneidad (algunos son una mezcolanza de tecnologías) y poco orientados a los objetivos reales y primordiales de las empresas.
Aunque la lectura de esta situación podría entenderse como una oportunidad para los desarrolladores de aplicaciones locales (e incluso externos), no todo es alentador. Esta situación también refleja la cultura poco orientada a la adopción de herramientas tecnológicas que faciliten los procesos de información de las empresas e instituciones. Puesto que esto en parte demuestra también que nosotros (permítaseme incluirme), los profesionales informáticos, no estamos impulsando debidamente esa cultura de automatización de los procesos de información, nuestra misión debe ser ayudar a los directores administrativos a inmiscuirse e interesarse más en la tarea agilizar el desarrollo informático, cualesquiera que sea el tipo de empresa que dirijan. La información fresca y exacta permite tomar decisiones rápidas y eficientes que ayudan al desarrollo de la organización.
Así mismo, los ejecutivos administrativos deben también abrir un poco más la mente hacia una tendencia inherente a la evolución administrativa. Sin tener información actualizada, aumentan las probabilidades del fracaso de una empresa, máxime cuando la competencia sí cuenta con las herramientas apropiadas para ajustar su ejecutoria (disminuir sus costos, mejorar en el servicio al cliente, ampliar su cobertura en ciertas áreas claves, aumentar la oferta en ciertos periodos cuando aumenta la demanda, entre otros ejemplos posibles).
Debemos entonces recordar una de las máximas de la Informática: “La información es poder, pero es poder en el momento que se necesita”.