Me veo obligado a comentar sobre este artículo del Dr. Humberto Belli Pereira, Rector de Ave María College y ex - Ministro de Educación de Nicaragua. Un artículo con el que parcialmente difiero debido a un punto sensible en el panorama de la educación superior del país.
Debo, sin embargo, declarar mi conformidad con las palabras del Dr. Belli en la casi totalidad de los puntos que menciona como medidas concretas para mejorar la educación superior de nuestro país.
Repito que estoy de acuerdo casi totalmente, puesto que me opongo totalmente a la segunda medida que el Dr. Belli propone, que es_ y cito textualmente _ "... cobrar. China comunista lo hace con gran éxito. El estudiante pobre, pero talentoso, recibe subsidios y préstamos blandos
que son reembolsados en su vida productiva. Esto protege la equidad y
aumenta los recursos del sistema".
Con esa medida, el Dr. Belli dejaría a más del 70 % de los estudiantes universitarios del país fuera del sistema de educación superior. Al estilo del búho, es fácil decir que los bancos proporcionan préstamos blandos y subsidios. Sin embargo, aterrizando en nuestra realidad, los señores banqueros de nuestro país verían con mucho escepticismo esa aventura mercantil - financiera. Para la banca de nuestro terruño, lo importante es ganar, pero ganar pronto. Y el estudiante no es un objeto de crédito fiable a futuro, máxime cuando la bolsa de trabajo es raquítica.
Coincido que se debe fomentar el espíritu de competencia entre los estudiantes. Concretamente, como ejemplo: con incentivos financieros directos al estudiante que demuestra excelencia constante, con el aseguramiento de un empleo de calidad con una remuneración adecuada, con el financiamiento de estudios de postgrados, entre otras propuestas posibles. Pero no podemos fomentar la competencia, ni la autosuperación , ni el espíritu autodidacta cuando pretendemos truncar de una vez el simple y constitucional derecho de educarse.
Ya actualmente todo estudiante universitario de escasos recursos hace un esfuerzo de autofinanciación increíble. Mucho más aquellos de regiones remotas. Y el encarecimiento de la educación superior no sería más que otra forma de enviar un mensaje directo a los de bajos recursos: no tienen derecho a ser mejores y que sólo pueden engrosar los ya congestionados ejércitos de las maquilas y empleos temporales.
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Debo, sin embargo, declarar mi conformidad con las palabras del Dr. Belli en la casi totalidad de los puntos que menciona como medidas concretas para mejorar la educación superior de nuestro país.
Repito que estoy de acuerdo casi totalmente, puesto que me opongo totalmente a la segunda medida que el Dr. Belli propone, que es_ y cito textualmente _ "... cobrar. China comunista lo hace con gran éxito. El estudiante pobre, pero talentoso, recibe subsidios y préstamos blandos
que son reembolsados en su vida productiva. Esto protege la equidad y
aumenta los recursos del sistema".
Con esa medida, el Dr. Belli dejaría a más del 70 % de los estudiantes universitarios del país fuera del sistema de educación superior. Al estilo del búho, es fácil decir que los bancos proporcionan préstamos blandos y subsidios. Sin embargo, aterrizando en nuestra realidad, los señores banqueros de nuestro país verían con mucho escepticismo esa aventura mercantil - financiera. Para la banca de nuestro terruño, lo importante es ganar, pero ganar pronto. Y el estudiante no es un objeto de crédito fiable a futuro, máxime cuando la bolsa de trabajo es raquítica.
Coincido que se debe fomentar el espíritu de competencia entre los estudiantes. Concretamente, como ejemplo: con incentivos financieros directos al estudiante que demuestra excelencia constante, con el aseguramiento de un empleo de calidad con una remuneración adecuada, con el financiamiento de estudios de postgrados, entre otras propuestas posibles. Pero no podemos fomentar la competencia, ni la autosuperación , ni el espíritu autodidacta cuando pretendemos truncar de una vez el simple y constitucional derecho de educarse.
Ya actualmente todo estudiante universitario de escasos recursos hace un esfuerzo de autofinanciación increíble. Mucho más aquellos de regiones remotas. Y el encarecimiento de la educación superior no sería más que otra forma de enviar un mensaje directo a los de bajos recursos: no tienen derecho a ser mejores y que sólo pueden engrosar los ya congestionados ejércitos de las maquilas y empleos temporales.
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