Una disyuntiva a la que se ven enfrentados algunos gerentes es la de retener o no a un trabajador que ha crecido dentro de tu empresa. Específicamente en el caso que se vaya por una mejor oferta salarial. Surge entonces el dilema y termina enfrentándose las posibilidades de incrementarle o no el sueldo para retenerlo.
Ambas opciones son armas de doble filo. La primera indicaría que efectivamente le valoras (a esa persona) por su trabajo. Pero a la vez esta persona se sentiría en una posición de ventaja y de sentirse imprecindible. Al mismo tiempo, el hecho de aumentarle el salario podría desatar una acción en cadena de otra solicitudes del mismo tipo (al fin y al cabo los aumentos salariales nunca son confidenciales). Lo que crearía otra adversidad al asunto.
La segunda opción indicaría que no le valoras y probablemente también influya en otras personas de su estatus que sentirían que tampoco son valoradas. Además tendría que buscar otra persona que le sustituya, con altas probabilidades de que pida un sueldos más alto.
Otra pregunta que salta a la vista es: ¿está siendo este empleado leal? Y desde esa perspectiva fácilmente se deduce que no lo es. Puesto que simplemente el empleado te ha dado ha decidir entre si le subes el sueldo o se va.
La verdad que cada caso tiene sus propios pros y contras. La decisión debe hacerse sin apasionamientos y tratando de enfocar de la manera más objetiva posible el tema.
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Ambas opciones son armas de doble filo. La primera indicaría que efectivamente le valoras (a esa persona) por su trabajo. Pero a la vez esta persona se sentiría en una posición de ventaja y de sentirse imprecindible. Al mismo tiempo, el hecho de aumentarle el salario podría desatar una acción en cadena de otra solicitudes del mismo tipo (al fin y al cabo los aumentos salariales nunca son confidenciales). Lo que crearía otra adversidad al asunto.
La segunda opción indicaría que no le valoras y probablemente también influya en otras personas de su estatus que sentirían que tampoco son valoradas. Además tendría que buscar otra persona que le sustituya, con altas probabilidades de que pida un sueldos más alto.
Otra pregunta que salta a la vista es: ¿está siendo este empleado leal? Y desde esa perspectiva fácilmente se deduce que no lo es. Puesto que simplemente el empleado te ha dado ha decidir entre si le subes el sueldo o se va.
La verdad que cada caso tiene sus propios pros y contras. La decisión debe hacerse sin apasionamientos y tratando de enfocar de la manera más objetiva posible el tema.
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